martes, 26 de mayo de 2015

Estrategias que marcan la diferencia

Existen gran cantidad de materiales y metodologías para hacer más amenos y divertidos los grandes temas de la música clásica, para que los alumnos puedan entenderlos con mayor claridad y seguirlos.
Muchísimas veces hemos escuchado en el aula frases como "otra vez música aburrida" o "esa canción es muy fea". En mi opinión, estas frases se repiten porque no se ha encontrado la forma correcta de transmitirle a los alumnos ciertas enseñanzas. 

Uno de los instrumentos de los que hemos hablado antes es el musicograma. Un musicograma es un dibujo o gráfico que ayuda a comprender la música, a mirarla y a escucharla de forma activa. Este es un ejemplo realizado con el tema "La primavera", de Antonio Vivaldi.





Los más importante para trabajar con niños es usar herramientas visuales y las nuevas tecnologías, ya que estamos en la era digital, que les ayuden a entender que las cosas clásicas no tienen porque ser aburridas, sino que pueden convertirse en un juego muy divertido. Además, esto hace que los alumnos aprendan música sin apenas darse cuenta de los conocimientos que se les están impartiendo y les genera un interés que puede marcar su vida con respecto a este arte. 

Mª Carmen Jiménez

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