Muchas personas piensan que los alumnos no están capacitados para asistir a clases de música porque son muy pequeños o porque no han desarrollados ciertas capacidades o habilidades. Creo que en este vídeo queda demostrado todo lo contrario. Estos niños de tres años tienen gran habilidad para seguir el ritmo que les marca su profesor y además demuestran gran interés por las actividades que se realizan.
Si le presentamos a los niños la música como parte de un divertido juego, poco a poco se irán animando unos a otros para participar y además aprenderán distintos conceptos y conocimientos sin apenas esfuerzo y sin darse cuenta de que lo están haciendo.
Si observamos bien, vemos como este profesor trabaja el ritmo, el pulso y la capacidad de los niños para escuchar y seguir ordenes y los niños reaccionan de forma alegre y positiva, realizando las tareas con interés y motivación.
¡Así debería ser una verdadera clase de música!
Por: Mari Carmen Jiménez Molina
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